
Qué es el petróleo y cómo ha evolucionado su mercado
El petróleo es uno de los combustibles fósiles más utilizados. Este material es versátil, y de él se extraen infinidad de elementos como plásticos, gasolina o fertilizantes sintéticos.
El petróleo es una fuente de energía no renovable y las reservas naturales pueden agotarse debido a la sobreexplotación. Asimismo, su extracción resulta más peligrosa que otro tipo de fuentes renovables (energía eólica, fotovoltaica, etc.) y conlleva un gran riesgo ecológico y medioambiental.
Además, su precio está supeditado a la volatilidad de la economía global. Por eso, en época de crisis el déficit de producción de petróleo da lugar a un aumento de los precios que genera un gran impacto en la producción de diferentes sectores: cuánto más cara es la energía del petróleo, más caros son sus derivados y, lo que es más importante, más caros son los precios del transporte de mercancías lo que afecta al precio de muchos de los productos y de nuestras actividades cotidianas, tanto domésticas como industriales.
Por otra parte, la extracción y los procesos para el tratamiento, transporte, almacenamiento y los usos del petróleo con fines energéticos tiene un gran impacto sobre el medio ambiente y se relacionan con la lluvia ácida, el calentamiento global o la contaminación como consecuencia de la gran cantidad de CO₂ que se emite a la atmósfera al quemar los combustibles fósiles.
Cómo se forma el petróleo
El origen del petróleo está en la descomposición, a lo largo del tiempo, de materia orgánica a lo largo de diferentes fases:
- Durante millones de años, el material orgánico, animales, plantas y microorganismos, fue acumulándose y descomponiéndose en cuencas y en el lecho marino
- Estos restos orgánicos, quedaron enterrados bajo kilómetros de material sedimentario, principalmente rocas y capas terrestres
- La presión de las capas terrestres generó que estos restos continuasen descomponiéndose en un entorno sin oxígeno. Este proceso fue transformando estos restos orgánicos en un líquido denso, aceitoso y oscuro (el petróleo) a la vez que liberaba otros gases de origen fósil, la energía gas natural
Esta sustancia es inflamable, se presenta en estado físico oleoso y tiene menor densidad que el agua. Su composición química es la combinación de moléculas de carbono e hidrógeno (hidrocarburos). Sin embargo, debido a de dónde viene el petróleo, hace de esta sustancia una fuente de energía no renovable, ya que los depósitos de estos restos descompuestos bajo presión durante millones de años son limitados y, una vez “vacíos” no podremos seguir explotándolos.
De ahí la importancia de las fuentes de energía limpia que, además de ser infinitas, no generan impacto en el el equilibro medioambiental del planeta.
El petróleo nace de la descomposición, a lo largo del tiempo, de materia orgánica, residuos vegetales y animales marinos, entre otros.
Esta sustancia es inflamable, se presenta en estado físico oleoso y tiene menor densidad que el agua. Su composición química es la combinación de moléculas de carbono e hidrógeno (hidrocarburos).
Para obtener petróleo, es necesario perforar el suelo y armar un pozo para extraerlo de las capas subterráneas del suelo. Este proceso es complejo, y depende del tipo de suelo o de la profundidad a la que se encuentre la bolsa de crudo, entre otros aspectos.
Hasta hace unas décadas, únicamente se extraía alrededor un 10% del petróleo disponible en los pozos, dejando el resto en el subsuelo. Sin embargo, hoy en día contamos con tecnología para extraer alrededor del 60 % del crudo disponible.
En este sentido, hay tres tipos de extracción de petróleo:
- Extracción primaria. Se utilizan bombas para extraer el petróleo a la superficie.
- Extracción secundaria. El agua que se extrae junto con el petróleo durante la extracción primaria se inyecta nuevamente en el pozo para impulsar al petróleo hacia el exterior, aumentando la cantidad extraída un 10%.
- Extracción aumentada. Algunas técnicas actuales optimizan hasta un 60% la obtención de petróleo. Destacan la extracción termal (se inyecta vapor de agua en el pozo), la inyección de gas (en los pozos marítimos, se inyecta gas natural en la bolsa, por debajo del crudo, provocando que el gas, en su expansión, empuje el petróleo hacia la superficie) o la extracción química. Después, el petróleo se separa de las partículas de agua y gas natural, y se refina para conseguir los distintos combustibles y aceites minerales derivados, entre ellos la gasolina, la parafina, el gas natural, el gas licuado, productos de asfalto, nafta petroquímica, el queroseno, disolventes, aceites combustibles y lubricantes, diesel y combustible para aviones.
Cómo se extrae el petróleo
Para obtener petróleo, es necesario perforar el suelo y construir un pozo para extraerlo de las capas subterráneas del suelo. Este proceso es complejo, y depende del tipo de suelo o de la profundidad a la que se encuentre la bolsa de crudo, entre otros aspectos.
Hasta hace unas décadas, únicamente se extraía alrededor de un 10% del petróleo disponible en los pozos, dejando el resto en el subsuelo. Sin embargo, hoy en día contamos con tecnología para extraer alrededor del 60 % del crudo disponible.
En este sentido, hay tres tipos de extracción de petróleo:
- Extracción primaria. Se utilizan bombas de crudo, principalmente de gas, que se inyectan de vuelta en la bolsa, por debajo del petróleo, para aumentar la presión interior y para extraer atraer el petróleo a la superficie.
- Extracción secundaria. El agua que se extrae junto con el petróleo durante la extracción primaria se inyecta nuevamente en el pozo para impulsar al petróleo hacia el exterior, aumentando la cantidad extraída un 10%.
- Extracción aumentada. Algunas técnicas actuales optimizan hasta un 60% la obtención de petróleo. Destacan:
- La extracción termal (se inyecta vapor de agua en el pozo),
- La inyección de gas (en los pozos marítimos, se inyecta gas natural en la bolsa, por debajo del crudo, provocando que el gas, en su expansión, empuje el petróleo hacia la superficie)
- La extracción química.
Después, el petróleo se separa de las partículas de agua y gas natural, y se refina para conseguir los distintos combustibles y aceites minerales derivados, entre ellos la gasolina, la parafina, el gas natural, el gas licuado de petróleo, productos de asfalto, nafta petroquímica, el queroseno, disolventes, aceites combustibles y lubricantes, diesel y combustible para aviones.
¿Se acabará el petróleo?
Aunque sabemos que el petróleo es una fuente de energía no renovable, es un bien finito, no tiene por qué agotarse.
Es más, cada vez cobran fuerza los argumentos que aseguran que el «oro negro» nunca se agotará porque los seres humanos usamos otras fuentes de energía renovables, lo que nos dirige hacia un mundo en el que primará la convivencia entre combustibles renovables y no renovables.
Esta «diversificación energética», junto con la optimización de los procesos de extracción, ha prever que las reservas ya localizadas de crudo seguirán creciendo y no llegarán a agotarse totalmente.
Aun así, el petróleo sigue siendo uno de los combustibles más demandados a nivel mundial. Por este motivo, cuando los precios del petróleo se disparan, las petroleras incrementan su inversión en exploración y en tecnología con el objetivo de encontrar y extraer petróleo de forma más eficiente.
El año 2020, con sus circunstancias excepcionales, provocó una drástica caída de la demanda de petróleo debido al paro de actividades económicas y a las medidas de confinamiento tomadas por países de todo el mundo.
Aunque la demanda de este combustible parece aumentar, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) señala que las necesidades globales de petróleo este año serán más bajas, una tendencia que puede generalizarse de cara al futuro.